A menudo es fácil olvidar lo peligroso que puede ser conducir, pero después de pasar una década trabajando, veo los resultados de este peligro todos los días. Los estudios muestran que el 28% de las personas involucradas en un accidente automovilístico sufren lesiones leves a moderadas. ¡Eso equivale a más de 1,6 millones de personas por año! Los estudios muestran que alrededor del 6%, alrededor de 360.000 personas, sufren lesiones graves o fatales. Si bien la mayoría de estas lesiones graves se producen en la cabeza, los brazos y el torso, la parte inferior del cuerpo también corre el riesgo de sufrir una lesión importante.
Aunque una lesión de fémur no es común en la mayoría de los accidentes automovilísticos, puede fracturarse o romperse en choques graves. El fémur es el hueso principal de la pierna que va desde la cadera hasta la rodilla, y es uno de los huesos más fuertes del cuerpo humano. No es fácil de romper, pero los accidentes automovilísticos son la causa número uno, representando el 90% de todas las fracturas de fémur en adultos. Debido a que la parte inferior del cuerpo está desprotegida en un automóvil, el fémur es especialmente vulnerable en choques que atrapan a alguien en un vehículo o expulsan a alguien de un vehículo.
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Cuando se fractura el fémur, los síntomas más comunes pueden incluir dolor intenso, hinchazón y un rango de movimiento limitado. Para determinar la extensión del daño, un médico probablemente tomará una radiografía de la parte superior de la pierna. En ciertos casos, puede ser posible volver a colocar el hueso en su lugar utilizando un yeso en espiga, que se extiende desde el pecho hasta la pierna lesionada. En casos más graves, un cirujano puede necesitar realinear el hueso y estabilizar la fractura utilizando clavos metálicos.
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