El Senado del Estado de Washington rechazó un plan de transporte por un total de $10 mil millones, dejando al sistema Metro Transit en dificultades. El paquete habría ayudado a financiar el servicio de Metro, pero a pesar de los esfuerzos del gobernador Jay Inslee para aprobar el plan, fracasó después de ser aprobado por la Cámara. El plan incluía un aumento de 10,5 centavos en los impuestos a la gasolina que habría respaldado una serie de grandes proyectos.
Ahora, el sistema Metro dice que lo más probable es que el servicio se reduzca en 17% el próximo año, lo que no es ninguna buena noticia para los usuarios. Muchos tendrán que volver a planificar sus rutas, que a menudo incluyen desplazamientos diarios. Rob Johnson, líder de la Coalición de Opciones de Transporte, apoyó el plan y dice que ahora el sistema Metro sufrirá mucho. Espera que los autobuses se vuelvan más calientes, más ruidosos y más sucios. Además, cree que más personas empezarán a conducir también, lo que provocará más tráfico y congestión general en las carreteras.
Por el momento, parece que la esperanza está perdida. Aquellos que rechazaron el plan probablemente no tendrán otro desarrollado y listo para su consideración hasta el próximo año. Viajeros del metro, agárrense fuerte. Va a ser un viaje lleno de obstáculos.