Debido a que existen tantos tipos de lesiones cerebrales traumáticas, el tratamiento puede variar significativamente según el daño. Si hay sangrado dentro o alrededor del cerebro, los médicos pueden realizar una cirugía para controlarlo. Los médicos también necesitarán monitorear y controlar la presión sobre el cerebro y controlar el flujo sanguíneo hacia y desde el cerebro para garantizar que el cerebro tenga una cantidad adecuada de sangre.