El demandante, un conductor de camión con remolque, fue golpeado lateralmente por otro camión con remolque cuando ese conductor no prestó atención e hizo una parada insegura en la autopista. El tractocamión del Demandante fue chocado por detrás por otro tractocamión que no lo seguía a una distancia segura. Los conductores demandados impugnaron acaloradamente la responsabilidad. Cada uno culpó al otro conductor y al Demandante por hacer una parada innecesaria e insegura.
Como resultado de la colisión, la demandante sufrió lesiones en el cuello y la espalda, con dolor que se irradiaba hacia las piernas, trastorno de estrés postraumático, depresión y trastorno bipolar. Posteriormente, una resonancia magnética mostró una hernia de disco L5-S1 y radiculopatía izquierda S1, con hernias de disco en C5-6 y C6-7. El Demandante se sometió a terapia conservadora, fisioterapia, terapia de masajes y tratamiento en una clínica del dolor. Los médicos de la Demandante determinaron que ella no era candidata para una intervención quirúrgica porque la cirugía que necesitaba sería difícil y había más posibilidades de que hiciera más daño que bien.
Como resultado de sus lesiones, la Demandante no pudo volver a trabajar como conductora de un camión con remolque. Los expertos de los Demandados argumentaron que el Demandante sufrió solo un esguince menor en el hombro y la espalda y debería haberse curado después de 12 semanas. Los expertos que se oponen también argumentaron que el PTSD y la depresión de la demandante no tenían ninguna relación con sus lesiones y la posterior pérdida de su carrera. A pesar de esto, el Demandante obtuvo un acuerdo de $310,000.00 en la mediación.