Ningún padre quiere despertarse con una llamada telefónica en mitad de la noche. A menudo esas llamadas significan malas noticias. Y ahora que los adolescentes exhiben comportamientos peligrosos ahora más que nunca en la carretera, es posible que más padres reciban esas horribles llamadas. El Instituto para la Seguridad en las Carreteras informó que 11 adolescentes mueren cada día a causa de enviar mensajes de texto mientras conducen. Con todo, el homicidio automovilístico es la principal causa de muerte entre adolescentes de entre 16 y 19 años.
Pero esas no son las únicas estadísticas inquietantes. Además, un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de 2011 concluyó que casi la mitad de los conductores adolescentes mayores de 16 años admitieron que envían mensajes de texto y conducen. Aquellos que lo hicieron también tenían cinco veces más probabilidades de beber y conducir, y eran mucho menos propensos a abrocharse el cinturón.
El número de adolescentes que mueren por enviar mensajes de texto y conducir acaba de superar el número de adolescentes que mueren por conducir en estado de ebriedad. Quizás eso se deba a que enviar mensajes de texto y conducir es tan peligroso como conducir después de consumir cuatro cervezas. Además, tienes 23 veces más probabilidades de sufrir un accidente si envías mensajes de texto mientras conduces, dice la Administración Nacional de Seguridad en el Transporte en Carreteras.
Los expertos dicen que este problema es evidentemente enorme y que deberíamos preocuparnos. Los adolescentes tienen poco control de sus impulsos y les gusta participar en actividades de alto riesgo. Si tiene un adolescente, es importante que le recomiende encarecidamente que guarde sus teléfonos fuera de la vista mientras conduce para reducir las posibilidades de que se distraiga.