Quince adolescentes han muerto en accidentes automovilísticos en los últimos tres días. El primero ocurrió en Ohio el domingo, cuando un SUV con capacidad para cinco pasajeros y ocho personas cayó a un estanque. También el domingo, una camioneta con cinco adolescentes se saltó una señal de alto y chocó con un camión cisterna de gasolina, sin dejar sobrevivientes en el vehículo. Finalmente, el martes, cuatro adolescentes murieron después de chocar con su vehículo contra un arroyo en el área de Chicago.
Desafortunadamente, accidentes y muertes como estos no son raros entre los adolescentes. El Centro Nacional de Estadísticas de Salud ha determinado que la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 20 años son los accidentes automovilísticos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que los accidentes fatales son tres veces más probables para los conductores de 16 a 19 años.
Para empezar, los riesgos para los conductores adolescentes son altos. Pero cuando se suman factores como otros pasajeros adolescentes y teléfonos móviles, esos riesgos se multiplican y se disparan. Parece que se podrían haber tomado medidas sencillas para prevenir estos accidentes, lesiones y muertes. Por ejemplo, ninguno de los pasajeros que murieron en el accidente del estanque llevaba puesto el cinturón de seguridad. ¿Quién sabe cómo las cosas podrían haber sido diferentes si así fuera?
Si bien es importante tener precaución y buen juicio al conducir, independientemente de la edad, también es importante recalcar estas cosas especialmente al conductor adolescente. Un momento o acción de negligencia puede llevar a la tragedia.