Después de pasar la mayor parte de mi juventud como atleta, he sido testigo de lesiones de tobillo relacionadas con el deporte y sé lo difícil que puede ser la recuperación de una fractura de tobillo. Sin embargo, no me di cuenta del daño significativo que un accidente automovilístico grave puede tener en el tobillo hasta que comencé mi carrera como abogado de accidentes automovilísticos en Kent en Premier Law Group, una bufete de abogados de lesiones personales en Bellevue, Washington.
Debido a la gran cantidad de huesos diferentes que se conectan a la articulación del tobillo, es un área muy frágil y muy susceptible a sufrir lesiones. Aunque la parte superior del cuerpo sufre la mayor parte del impacto en un accidente automovilístico, el tobillo puede encontrarse en grave peligro ya que un automóvil aplastante puede aplicar una presión intensa a estos huesos y a la propia articulación. Cuando el conductor aplica presión sobre el tobillo para pisar el pedal del freno, este se estresa y, con suficiente presión, puede romperse.
Hay muchos tipos de lesiones de tobillo, todas ellas basadas en su ubicación en el tobillo, pero una fractura en cualquier hueso del tobillo puede causar problemas en el tobillo en su conjunto. Esta diapositiva muestra una fractura de peroné. El peroné es un hueso de la parte inferior de la pierna que se conecta a la articulación del tobillo. Hay tres tipos de fracturas de peroné, fractura de peroné alta, fractura de peroné baja y fractura de peroné sindesmótica. Una fractura de peroné alta ocurre en lo alto del hueso y una fractura de peroné baja ocurre más hacia el tobillo; la fractura de peroné sindesmótica es una lesión en la articulación del tobillo. Esta articulación se mantiene unida con ligamentos que pueden verse afectados por la fractura, lo que a menudo resulta en una cirugía que requiere la inserción de tornillos y placas de metal en la articulación para garantizar una curación adecuada.